Fecha de publicación: 16/07/2021 Tweet Compartir
“Se puede argumentar que este organismo, por diversas circunstancias como las condiciones geográficas de las regiones indígenas, el amplio sector social que debía atender frente a un reducido número de agentes, además del bajo presupuesto con el que operaba la institución, lejos quedó de atender cabalmente a la población de su interés y de poner en práctica lo que planteaba de origen”, advierte la doctora Ana Luz Ramírez Zavala.
En su texto Acciones y alcances del Departamento de Asuntos Indígenas en Sonora, 1936-1946, indica que los funcionarios de dicho espacio tuvieron poco margen de operación al no poder implementar las medidas planteadas debido a los diversos cambios políticos que sucedieron en esa década.
Explica que en general, fueron pocas las comunidades que fueron contempladas en las
acciones del departamento y fue en este umbral donde se toman en cuenta las relaciones interétnicas que las poblaciones indígenas mantuvieron con los mestizos y las autoridades, que definieron su disposición a participar con los agentes y agencias del departamento, dando como resultado que los programas no pudieran ser consumados o fueran modificados.
“En el caso regional que aquí se presenta, se puede considerar que a través de la escuela
Rural, el gobierno federal logró penetrar en algunas comunidades indígenas de Sonora. No obstante, ésta agencia fue inestable, y por lo que se percibe en las fuentes, la mayor parte del alumnado era mestizo”, expuso.
De los ocho grupos indígenas de Sonora, sólo para los seris y los pápagos se diseñaron programas integrales medianamente adecuados a sus características regionales, a través de la intermediación de agentes externos a solicitud de los indígenas, pero no llegaron a concretarse porque no hubo interés de las autoridades locales para que se pusieran en marcha.
Destaca que durante los diez años en que funcionó el departamento observó varias transformaciones en cuanto a objetivos, organización, atribuciones, personal, presupuesto y agencias que operaba, las cuales estuvieron determinadas por la alternancia en la jefatura de la institución, en la Secretaría de Educación Pública, así como por el relevo presidencial.
A través de los informes de gobierno se pudo percibir los vaivenes en el discurso y las directrices dirigidas a las poblaciones autóctonas en los dos períodos presidenciales en los que operó el departamento y se puede decir que durante su funcionamiento, el indigenismo mexicano marchó por un proceso de transición del incorporacionismo al integracionismo.
El Departamento de Asuntos Indígenas fue un organismo creado en 1936 para atender las necesidades de la población indígena de México con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida que en principio no daba resoluciones, pero con el tiempo fue exigiendo y ganando otras atribuciones.
Puedes consultar este texto en: https://journals.openedition.org/corpusarchivos/4197 como parte de la revista Corpus, Archivos virtuales de la alteridad americana, Vol. 10, Nº. 2, Julio-Diciembre 2020.