Fecha de publicación: 14/10/2019 Tweet Compartir
Las epidemias de enfermedades han azotado al estado de Sonora en diferentes épocas, sin embargo, la reacción de las autoridades ante éstas, como en otros asuntos, no ha cambiado mucho, y va desde minimizar los estragos que provocan hasta el ocultamiento.
“El caso de la viruela de 1869-1871, podía verse cuestionada, aunque fuera coyunturalmente, por el alza repentina de la mortalidad, este fenómeno plantea la necesidad de matizar la idea de una mejoría constante ante los embates de las enfermedades”, aseguran José Marcos Medina Bustos e Hiram Félix Rosas.
En el artículo Una epidemia invisible: la viruela de 1869-1871 en Sonora señalan que la viruela se encuentra entre las epidemias del siglo XIX y su concatenación nacional, se profundiza en el conocimiento de su carácter endémico y epidémico.
Mencionan que tuvo un impacto sociodemográfico en grupos de edad y de nivel económico, y que el grueso de las defunciones se concentraban en los sectores de menores recursos económicos, sobre todo, en los indígenas.
“Lo anterior corrobora que a pesar de que la vacuna podía evitar las epidemias de viruela, su aplicación era sumamente inconsistente, dada la incapacidad de las instituciones para aplicarla de manera sistemática”, explican.
Por otra parte, los datos obtenidos por los investigadores advierten que la viruela no llevó a la tumba a miembros de las familias acomodadas de Hermosillo, como sí había sucedido con el cólera de 1850-1851, lo que contribuyó a su “invisibilidad”.
Esta situación, explican, sugiere que la vacuna se aplicaba mejor en estos sectores y que sus condiciones de vida permitían sortear la enfermedad, de tal manera que fueron los sectores menos favorecidos los que incrementaron la estadística de mortalidad por viruela.
Los autores destacan que existen indicios de que cuando se aplicaba bien la vacuna se reducía sensiblemente la mortalidad, sin embargo, no se lograba vacunar a la mayoría de los niños expuestos y se confirma que los nacidos después de la última epidemia, hacía siete años, conformaron la inmensa mayoría de los difuntos por viruela.
El 14 de noviembre de 1870, detallan, el gobernador del estado de Sonora, Ignacio Pesqueira, rindió su primer informe de gobierno ante el congreso local y en el tema de la salubridad pública está ausente la epidemia de viruela que se presentó en los años 1868, 1869 y 1870.
Añaden que esta enfermedad causó gran cantidad de muertes en todo el estado y en uno de los apartados del informe, referido a población, se plantea la reducción del número de habitantes de Sonora, la cual es atribuida a la migración hacia los Estados Unidos y la guerra contra los apaches, sin aludir para nada a los cientos de muertos ocasionados por la epidemia de viruela.
El artículo puede ser consultado en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-39292017000400067&lng=es&nrm=iso