Fuera de Ruta


colson

Francisco Piña Osuna

La neutralización, o de cómo el individuo justifica su delito

En el mundo y específicamente en América latina, en las últimas décadas, diversos informes han colocado como tema central el de la seguridad pública y la violencia el fenómeno del tráfico de drogas El contexto mundial de pandemia, vivido desde marzo de 2020, ha impactado en el comportamiento delictivo, advirtiéndose un desplazamiento y expansión de algunas modalidades delictivas que en la mayoría de los casos describen una alta en las incidencias En México, cifras de Seguridad Pública señalan que en el último año, si bien, algunos delitos de alto impacto como homicidio (-3 por ciento) o secuestro (-22 por ciento) han visto disminuida su incidencia, otros como feminicidio (+2 por ciento), violencia intrafamiliar (+18 por ciento), trata de personas (+13 por ciento), robo con violencia (+9 por ciento), o narcomenudeo (+8 por ciento) continúan a la alza. 

En el análisis del comportamiento delictivo, algunos teóricos advierten la existencia de un individuo que razona su delito, lo comete voluntariamente y con capacidad de decidir entre optar por la trasgresión o respetar la norma. Los precursores de esta idea, Gresham Sykes y David Matza, proponen que el sujeto utiliza técnicas de neutralización, justificaciones que surgen antes o después del delito y tienen la función de protegerlo ante su propio sentimiento de culpa o de la acusación de otros. 

Para disminuir la carga social de su delito, el delincuente culpa a otros de su delito (negar la responsabilidad); explica que su delito no tuvo consecuencias graves (negar el daño); minimiza o niega que haya victimas (negar a la víctima); desacredita a la autoridad (condena a quien condena); o, explica que estaba obligado por una necesidad o grupo (apela a lealtades superiores). 

En la investigación a nivel mundial, se encuentran trabajos que se centran en analizar diversas modalidades delictivas y las neutralizaciones que hacen sus perpetradores, como los crímenes de estado, delitos económicos, el abuso sexual, la violencia de género e incluso la violencia deportiva; sin embargo, en México aún son escasos los estudios encontrados de corte social o criminológico que verifiquen algunos elementos de esta perspectiva y que hagan este análisis hacia modalidades delictivas de alto impacto, como el homicidio o el tráfico de drogas. 

Por otro lado, algunos trabajos reconocen que un mayor análisis de la neutralización permitiría una mayor comprensión de la no condena o la complacencia de la sociedad hacia ciertos actos lesivos y reprochables. Otros investigadores advierten la importancia de analizar el comportamiento neutralizador no solo de los autores del delito, sino también de quienes instigan, son cómplices o encubridores de estos actos, mismos que pueden ser desde el circulo más extenso del individuo (amistades) o tan cercano como la propia familia nuclear; también permitiría conocer y analizar el papel que tiene la opinión publica en la generación de estos discursos justificadores. 

 En la academia sonorense, proyectos de investigación en el marco de las ciencias sociales y forenses, específicamente registrados en la Universidad Estatal de Sonora, destacan la importancia que tiene el análisis de la neutralización en la comisión del delito, y busca hacerlo a partir del trabajo de campo con personas privadas de la libertad que participaron en actividades delictivas de alto impacto, como el tráfico de drogas. 

Dichos proyectos, que están en marcha, y con productos de investigación ya publicados, consideran que el análisis de los factores individuales que se asocian al delito, además de aportar al conocimiento de la conducta delictiva, también puede robustecer la información que permita guiar algunas estrategias de prevención, atención y reeducación social ante la conducta trasgresora.   


Scroll to Top