Zulema Trejo Contreras
Doble jornada
El 5 y 6 de junio se vivió en el estado una doble jornada que nos dejó con mucho para reflexionar. El día cinco se celebró la marcha anual en protesta por el incendio de la guardería ABC. Es triste que esta marcha se haya vuelto tradicional y digo que lo es porque, en primer lugar, el acontecimiento que conmemora no debió de ocurrir y segundo, porque es indignante que los padres de los niños fallecidos o heridos en el incendio sigan esperando justicia.
Han corrido ríos de tinta para solicitar que se castigue a los responsables del incendio, se realizaron juicios ciudadanos, se recolectaron miles de firmas, se realizan las marchas, gobiernos van y gobiernos vienes sin que la justicia llegue.
Los habitantes de Hermosillo seguiremos exigiendo que se haga justicia a las niñas y niños que fallecieron en la guardería ABC, lo seguiremos exigiendo cada quien desde su trinchera.
Debemos seguirnos haciendo cargo de preservar triste memoria de este evento, no solo para reclamar justicia, sino para evitar que semejante tragedia vuelva a producirse.
Al día siguiente, el 6 de junio, el estado vivió una jornada electoral que, tristemente, apenas rebasó el cuarenta por ciento de participación ciudadana.
Mientras seguía el PREP y veía que el porcentaje de participación no subía, no podía evitar preguntarme por qué la ciudadanía no fue a votar. ¿Sería la pandemia un factor determinante para el abstencionismo?, me cuesta creer que así sea porque para el momento de las elecciones ya una gran parte de la población sonorense estaba vacunada.
¿Sería el calor?, eso tampoco podría considerarse un factor de peso dado que estamos acostumbrados a las increíblemente altas temperaturas de los veranos sonorenses, si añadimos además que no todo el estado vive estos tremendos calores es factor climático no tiene muchas posibilidades de ser una buena explicación para el abstencionismo.
Entonces la explicación debe buscarse en otra parte. Tal vez a los ciudadanos sonorenses ningún candidato los pudo persuadir de que su propuesta era la que tenía la solución para los problemas estatales; o quizá la desilusión de ver gobiernos que prometen mucho y cumplen poco haya sido la que estuvo en la base del abstencionismo. Sea cual sea la respuesta, lo que sí es necesario que se reflexione en por qué hubo tan parco interés en la elección de quienes estarán al frente de los gobiernos municipales y el estatal.