Tiempos y realidades


colson

Zulema Trejo Contreras

¿Cuándo terminará la pandemia?

 

Esta pregunta sin duda nos la hemos hecho desde que las autoridades sanitarias nos solicitaron permanecer en nuestras casas para minimizar los efectos de contagio por COVID. A ocho meses del confinamiento la pregunta sigue vigente al punto de que el retorno a la nueva normalidad se va asemejando al horizonte. El sistema de semáforos establecidos por las instituciones de salud se ha vuelto tan fluctuante como lo son los que están colocados a lo largo de las calles.

¿A qué se deben los rebrotes que se están experimentando en estas últimas semanas?

La respuesta es sencilla y compleja a la vez, pues si bien es cierto que las formas de transmisión del virus están perfectamente identificada, lo mismo que lo están las medidas para prevenir el contagio, lo que no está completamente controlado es lo que la gente piensa con respecto a la información que las autoridades sanitarias nos han transmitido a lo largo de los meses de confinamiento. 

En todo país en el cual la libertad de expresión se respete, como es México, las opiniones divergentes respecto a la pandemia (causas, formas de contagio, tratamiento, prevención de la infección) se difunde sin ningún problema y es totalmente válido que lo hagan, lo difícil es que entre tanta información el público se encuentra frente un sinfín de datos que lo mismo pueden ser confiable o no, pero en tanto se demuestre la veracidad o falsedad de la información que circula, los contagios adquieren cada vez más el comportamiento de una ola.

El vaivén de las olas en el mar aumenta o disminuye debido a diversos factores naturales, con la infección por coronavirus sucede lo mismo. 

El efecto de diferentes elementos sociales, como la resistencia al uso de cubrebocas, propician que los índices de contagio presenten picos poco favorables como el que actualmente se está presentando a nivel mundial y del cual nuestro país no ha escapado.

El rebrote del contagio nos trae de nuevo la necesidad de reforzar medidas preventivas que se habían flexibilizado. A la quizá le moleste este aparente paso atrás en el camino al fin del confinamiento, sin embargo a veces es necesario dar marcha atrás para llegar a una solución sino final, al menos cercana al mismo. 


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