Observatorios Urbanos


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Jesús Armando Haro Encinas

El Matarique, un complejo medicinal de la Sierra Madre. (Saberes del Monte 2) 

Un buen ejemplo acerca de las implicaciones y potencialidades que tiene en México la investigación en etnobotánica y fitoterapia lo encontramos en el matarique, una planta herbácea que crece menos de un metro en las partes frías, ramas finas, olorosas, flores blancas como estrellitas, al igual que otras asteráceas, la familia más diversa de las plantas con flor, a la que pertenece. 

Su raíz que es larga, es la parte que se usa por sus propiedades medicinales, siendo Psacalium decompositum la especie del Género que es más potente, la que es nativa y propia de la Sierra Madre Occidental, donde se encuentra desde Nuevo México a Durango, incluidos Sonora, Sinaloa y Chihuahua. Apreciada por sus propiedades analgésicas, antiinflamatorias y antidiabéticas, desde la antigüedad, esta hierba, también conocida como “matadolores”, fue traída a la Ciudad de México en 1887 por el General Carlos Pacheco, quien fue gobernador de varios estados y ministro de Fomento en tiempos del porfiriato, cuando gracias a sus gestiones se creó el Instituto Médico Nacional, donde comenzó a investigarse, además de que desde entonces estuvo disponible su raíz en el Mercado Sonora. 

Es relevante saber que desde la etnobotánica, se habla del “Complejo matarique” pues hoy se sabe que se llama así a cuatro o cinco especies distintas a las que se llama matarique,(Psacalium decompositum, P. sinuatum, P. sp., y P. peltatum, así como Acourtia thurberi).

Los guarijíos de Sonora usan las raíces con sebo, para dolor de muela; en infusión –de sabor más bien amargo, para fiebre –con chuchupate (Liguisticum porteri)-, en dolor de cuerpo, de cabeza, lumbar y pecho, reumas, "mal del pene"; tos y males del corazón, problemas menstruales y especialmente en diabetes. Los o´ob o pimas bajos, para la "sangre sucia" y delgada, paludismo y fiebres; los rarámuris en gripe, heridas, quemaduras, infecciones en piel, mordeduras de víbora, como purgante, digestivo, dolor de estómago, de cuerpo, de cabeza, litiasis urinaria, hepatitis, cirrosis; para masajear a los corredores de bola con el aceite que exuda la raíz; otros usos que se reportan en la medicina tradicional son falseaduras, torceduras, cólicos, úlceras internas, ictericia, lumbalgia, como diurético y tónico, vulnerario y en gota. 

Su uso más común a nivel comercial es como hipoglicemiante, para lo cual se recomienda la raíz en tintura en Diabetes 2. Hay recetas populares con pingüica (Arctostaphylos pungens), tronadora (Tecoma stans), chuchupate (Ligusticum porteri), así como yerbanís (Tagetes sp.), mientras que comercialmente se expende en pomadas, cápsulas, tintura y raíces secas. 

Aunque no está en la lista de especies en amenaza se ha advertido el riesgo de extinción de la especie serrana por su intensa comercialización, motivo por el que actualmente se han impulsado proyectos de cultivo en comunidades rarámuri que contemplan la producción rentable de manera sustentable.

Los primeros estudios químicos del matarique ya en el siglo XX se efectuaron en el Instituto de Química de la UNAM en la década de 1960, con varias publicaciones que denotan la presencia de varios compuestos en extractos de la raíz, sesquiterpenoides, derivados del eremofilano, con efectos antiinflamatorios, antioxidantes e hipoglicemiantes; entre estos, cacalol, cacalona, maturina, maturinina, maturopa, cacalohastin, decompostina; raduliolinas, RomoA, hiperina, ,sistosterol-estigmasterol, alcaloide senecina, aceites, resinas, sacarosa, taninos y glucódisos similares a digital. 

A nivel experimental ha demostrado ser muy eficiente para quemar grasas y se sabe que su acción hipoglicemiante ocurre por bloqueo de canales ATP de potasio, con acción similar al fármaco glibenclamida, aque estimula la liberación de insulina. por el páncreas. Se le atribuyen propiedades analgésicas, cicatrizantes, antisépticas y antibacterianas, por lo que se ha investigado su posible uso peridodontal. 

El género Psacalium -con 47 especies aceptadas- es de la tribu Senecioneae, caracterizada por la presencia de alcaloides pirrolizidinicos, por lo que a grandes dosis el matarique puede ser hepatotóxico y carcinogénico, así que no se recomienda en el embarazo, aun cuando hay trabajos que destacan su efecto hepatoprotector a dosis prudentes, con estudios que mencionan su posible uso como antifúngico en cultivos.  


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