Romper el pacto federal


colson

Alvaro Bracamonte Sierra

El líder del PRI en Sonora ha deslizado la idea de revisar el pacto federal. Al menos en materia fiscal lo plantea de manera explícita, bajo la justificación de que la Federación está tratando mal, muy mal, a Sonora. Para el presidente del tricolor, el Sistema de Coordinación Fiscal no es justo pues de cada peso que se recauda en el Estado regresa sólo la mitad; esta especie también la han propagado otros líderes políticos y analistas locales quienes denuncian sin empacho la existencia de un piso desnivelado en ese importantísimo tema. 

Al margen de que históricamente la entidad ha sido favorecida por la Federación, como pueden dar cuenta a manera de ejemplo las gigantescas inversiones que hicieron posible el desarrollo de los ricos distritos agrícolas del yaqui y mayo, lo cierto es que en la actualidad esas distorsiones o desniveles son inexistentes si se considera la totalidad del gasto federal en la entidad. 

Si el gasto federalizado se redujera a las participaciones y aportaciones tendrían razón quienes sostienen que es así, que no hay piso parejo: En este caso Sonora sólo recibiría alrededor 43 mil millones de pesos en el 2020 siendo que su contribución supuestamente asciende a 116 mil millones.

Sin embargo, el gasto federalizado no son sólo participaciones y aportaciones (los ramos 28 y 33, respectivamente). 

Tambien cuenta, y mucho, el gasto que realiza la Federación para sostener sus oficinas de representación, además de la inversión que las dependencias federales realizan en el Estado. Si sumamos estos rubros, el gasto federalizado alcanza los 100 mil millones de pesos y si agregamos la proporción del servicio de la deuda pública, que es de todos los mexicanos y por tanto de todas las entidades, esa cantidad se elevaría de conformidad con su peso demográfico. 

De esta numeralia se deduce que la injusticia fiscal que sufre Sonora no tiene sustento en los datos duros; se intuye, en todo caso, que es mera grilla ante el calendario electoral adelantado que vive Sonora.

Incluso los argumentos que sostienen la postura rupturista del pacto federal se diluyen si comparamos el porcentaje que Sonora aporta del total de impuestos recaudados por la Federación con las proporciones que recibe de participaciones y aportaciones: Los primeros apenas representan el 1.1% mientras que de participaciones recibe 2.8% y 2.4 de las aportaciones. 

Por otra parte, si se compara el porcentaje que representa la población de cada Estado y las contribuciones recibidas, Sonora sale muy beneficiada. Revisemos, por ejemplo, el caso del Estado de México:

Tiene casi el 14% de la población nacional y recibe sólo el 5.3% del gasto federalizado; otro ejemplo sería Nuevo León donde habita el 4.5% de la población y obtiene únicamente el 2.5% del gasto federalizado. 

En Sonora vive el 2.5% de la población nacional y capta el 1.5% del gasto federalizado.

En resumen, resulta evidente que el desliz cometido por el dirigente priista y por otros actores políticos no es más que un gazapo insostenible, pero que puede entenderse a propósito del inconfesable deseo de torpedear al Gobierno federal que ha determinado que de ahora en adelante las reglas de operación del gasto federalizado son totalmente distintas. A esto no se acostumbran las autoridades locales, habituadas a hacer y deshacer a su antojo con el total del gasto federalizado. 

 Por fin Lucid Motor  

*Doctor en Economía. Profesor-investigador en El Colegio de Sonora.


Scroll to Top