Cría cuervos


colson

Nicolás Pineda Pablos

Hay acontecimientos, como el de Culiacán, en los que uno entiende inmediatamente quién es quién y qué está pasando. Pero hay otros, como el de los Lebarón, en los que por más que leo y reviso lo que se publica no termino de entender. Más aún, me da la impresión de que las versiones que nos ofrecen solo tratan de distraernos. Cada quien tiene sus sesgos y yo tengo los míos; con base en ellos trataré de darle mi interpretación de este horroroso crimen.

Un antecedente

El crimen contra los Lebarón ha traído a mi memoria el asesinato de Carmen Pellat hace cuatro años. Guardadas las proporciones de muchas diferencias, hay algunas similitudes. 

Además de ser una mujer honesta y valiente, ella era la propietaria de un rancho en la región de Arizpe. No hubo muchas explicaciones ni se aclararon las circunstancias y motivos de su cobarde asesinato. Pero la versión que se pudo vislumbrar y la que hacía sentido era que los criminales querían derecho de paso por su rancho; ella se opuso y la asesinaron. Todavía hace unos meses sus familiares publicaron una esquela en la que reclamaban que la fiscalía no había investigado ni aclarado el crimen.

Tres posibles interpretaciones

En el caso Lebarón, descarto la versión de la confusión que se ha tratado de colocar y que el mismo vocero de la familia Lebarón ha rechazado como falsa. 

 Una primera interpretación es que se trate de lo mismo que le pasó a Carmen Pellat. Los criminales querían derecho de paso por las propiedades de los Lebarón. Éstos, como gente honesta y religiosa, se opusieron a colaborar con los criminales y éstos actuaron con la saña y la cobardía que hemos visto.

Una segunda interpretación, complementaria de la anterior, es que se trata de una venganza por alguna denuncia o desencuentro anterior de los Lebarón con los criminales. 

Esta versión parece inferirse al menos del antecedente del asesinato de los hermanos Lebarón de 2009. Ahora los criminales les están cobrando y ajustando cuentas; se ensañaron con la familia.

La tercera versión es más compleja y tiene que ver con elementos que casi no se mencionan. Se trata de un mensaje al Secretario de Seguridad y al mismo Estado Mexicano; se trata de terminar de doblegarlos y someterlos a los intereses y designios de los criminales. El municipio de los acontecimientos es el lugar de origen del secretario y exponer la situación de violencia en ese lugar y con una familia con vínculos binacionales, hecho de manera planeada, suena como que se quiere desprestigiar y desestabilizar al gobierno. ¿Se están resistiendo y se trata de someterlos? ¿Es un alarde para decir “aquí mando yo”? 

Otro elemento es que los criminales ya no están respetando límites. Ya no son solo ajustes de cuentas entre criminales, ahora se meten con las familias y los niños usan las armas y violencia a su gusto, sin limitaciones. 

 El Estado sin ojos 

Puede decirse que los cuervos le han sacado los ojos al Estado Mexicano. Tantos años de tolerancia y simulación, de dejar hacer y dejar pasar al crimen organizado, ahora el crimen está quebrando y superando al Estado mexicano. Lo supera en armas y en capacidad de organización. Con las policías municipales y estatales bajo sospecha, con una guardia civil rápidamente improvisada que no termina de operar y ocupada en la frontera sur, y con bandas criminales impunes y empoderadas, el Estado mexicano se aprecia más débil que nunca. 

¿Podrá el Estado mexicano recuperar el control y el monopolio de la fuerza para poder impartir justicia?  

*Profesor-investigador en El Colegio de Sonora.


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